El origen de la yerba mate se remonta a los pueblos guaraníes, quienes la consideraban un regalo sagrado de los dioses
Con la llegada de los colonizadores españoles, su consumo se expandió por todo el territorio del Virreinato del Río de la Plata. Aunque en 1616 algunos funcionarios intentaron restringir su uso por considerarlo poco saludable, la yerba mate nunca dejó de circular entre la población. Al contrario, su consumo se arraigó aún más.
Fueron los jesuitas, más tarde, quienes reconocieron su valor social y económico. En sus reducciones guaraníes lograron domesticar la planta, estableciendo cultivos organizados y controlados. Así, convirtieron la yerba mate en un motor económico de las Misiones Jesuíticas, difundiendo su cultivo y comercialización.
La historia de nuestra región está fuertemente marcada por la figura de Andrés Guacurarí, mejor conocido como Andresito, a quien nuestra localidad rinde homenaje. Fue el único gobernador indígena en la historia argentina, y bajo su liderazgo, los guaraníes recuperaron protagonismo en el desarrollo económico local. Impulsó el comercio y defendió la soberanía de los pueblos originarios, revalorizando la producción local, entre ellas, la yerba mate.
Hoy, en Yerba Mate Andresito, honramos ese legado. Reivindicamos la cultura guaraní y fortalecemos el vínculo con la tierra que nos nutre. Nos comprometemos con la protección de la selva paranaense, el respeto al entorno y la preservación de nuestras raíces, para que en cada sorbo se comparta no solo una bebida, sino una historia viva que sigue creciendo.